Enrique Catalán Salgado
Una llamada, un mensaje y una historia que contar
¿Qué hay en dos corazones que se buscan como el tuyo y el mío?, ¿Qué encierra una llamada que no quiere terminar? Es amor, amor sincero que crece y no termina, amor que nos une para toda la eternidad.
Así decía aquel mensaje de celular que él le había enviado a ella aquella noche, un mensaje que el alma le había dictado tras aquella llamada telefónica, llamada en que los cordones de cobre parecían no solo transmitir las voces de dos inocentes amantes, sino también las ilusiones, los sueños y el cariño que se daban mutuamente en cada palabra, y que los hacían sentir tan cercano uno del otro que sus corazones podían tocarse aun cuando estuviesen distantes.
¿Qué encierra una llamada que no quiere terminar? ¡encierra tanto!, todo ese cariño que quieren darse, la intención de verse y sentirse cerca y ante la barrera de la distancia sentir al menos la tierna caricia de sus voces penetrando dulcemente hasta el ultimo rincón de sus adentros. La voz, esa voz que en los matices exalta un sentimiento de emoción y de ternura, de afecto, de entrega, esa voz, que tan bella como poderosa, arranca una sonrisa y de repente nos derrite en un susurrante “te quiero”.
El la ama, y ella lo ama a él, y a veces cuando él la busca ella se deja encontrar, y a veces ella cambia hábilmente los papeles y él de repente es el buscado y finge esconderse donde ella pueda encontrarlo, porque al final los dos quieren encontrarse y no separarse nunca más y cambiar el juego y jugando al pirata y el tesoro poder decir: Te he encontrado y eres mio, y guardarse mutuamente en ese cofre precioso llamado corazón.
¿Qué hay en dos corazones que se buscan como el tuyo y el mío? El le preguntó a ella y ella no le respondió, pero los dos sabían la respuesta aun cuando no la dijeron, ella se respondió a si misma sin decir una palabra, él… él preguntó con la respuesta en el alma, porque era una pregunta que gritaba “te quiero, te quiero como nunca he querido a nadie” y eso era lo que él pretendía decir fingiendo que no lo decía, pero ella sabía que él quería decir aquello sin parecer evidente, y él de antemano sabía que ella conocía sus intensiones y se daría cuenta, y al final los dos habían quedado satisfechos: el le había dicho que la amaba, y ella se sentía contenta con ese amor.
Y al final el sentimiento causante de todo, ese amor puro y sincero que crece y no termina, ese pícaro entre ellos que los junta cada día y que al estar al teléfono les impide colgar, ese bribón tremendo que cuando ella dice “nos vemos” va y le sostiene la mano haciéndola suspirar, y luego viaja por la línea y hace que el otro diga “te quiero” y la platica no acaba porque vuelve a comenzar, y así, con él entre ambos, abundan mucho las despedidas pero ninguno se va, porque el amor los une, porque se quieren, porque es tanto el cariño entre ellos que durará una eternidad.
El por las mañanas solamente en ella piensa, y en ella piensa en la tarde y en la noche la piensa más, y ella responde con una sonrisa porque recibe un mensaje, y al llegar ese mensaje la historia vuelve a empezar.
espero y les agrade...a mi me gusto mucho...
sábado, 15 de diciembre de 2007
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